El Movimiento Guevarista 8 de octubre (MG-8) de El Salvador, es una organización de cuadros política y revolucionaria que rige su funcionamiento, orientación y actividad táctica y estratégica por los valiosos principios del marxismo-leninismo, por los valiosos aportes hechos por Mao Tse Tung, Ernesto Guevara y muchos otros grandes líderes revolucionarios que han hecho importantes aportes en la práctica y en la teoría para transformar radicalmente el orden existente.

jueves, 20 de octubre de 2011

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE CORONEL GADAFI...VIVA LA LUCHA DE LIBERACION DEL PUEBLO LIBIO

Cnel. Muammar Gadafi, máximo héroe de la resisitencia Libia
Las transnacionales de la desinformacion han anunciado que hoy Ghadafi se ha unido a Patricio Lumumba, a Násser, a Nkrumah, a Senghor, a Kaunda, a Nyrere, a Kenyatta, a Kabila a Samora Machel y a António Agostinho Neto.
Gadafi y Fidel
Nacido al raso en una jaima o tienda de la tribu beduina gaddafa, pastores nómadas del desierto de Sirte, en la región de Tripolitania, y de ascendencia árabe-bereber, su familia tenía un historial nacionalista. Su abuelo paterno murió combatiendo a los italianos que invadieron el país en 1911 y su padre, conocido como Abu Minyar y fallecido en 1985 a una edad casi centenaria, sufrió sus cárceles antes de ganarse la vida como obrero industrial en Sirte. En 1952 el niño entró en la escuela coránica de Sirte y cuatro años después pasó al liceo o escuela secundaria de Sebha, en la región interior de Fezzan.

Gadafi, Chavez y Lula
 En su adolescencia tuvo contacto con la ideología panárabe de Gamal Abdel Nasser y ello le sirvió para interesarse en la lucha por la justicia social y el socialismo árabe. A la edad de 21 años se graduó en Derecho. Ingresó al colegio militar y organizó la Unión de Militares Libres. En 1965 viajó a Reino Unido donde asistió a cursos de perfeccionamiento.

El 1 de septiembre de 1969 tomó parte en la revolución que derrocó al régimen monárquico del rey Idris. Contando con menos de treinta años de edad, se puso al mando de la Junta Militar, el Consejo del Mando de la Revolución, y anunció los puntos fundamentales de su gobierno:

1. Neutralidad exterior
2. Unidad nacional (preámbulo de la unidad árabe)
3. Prohibición de los partidos políticos
4. Evacuación de las bases militares británicas y estadounidenses
5. Explotación de la riqueza petrolera en beneficio del pueblo.

En diciembre del mismo año fue implantada una nueva constitución. Desapareció de la escena pública en los días siguientes a la revuelta; la versión oficial libia dice que estuvo hospitalizado por una apendicitis. Durante esos días en el hospital, conoció a una enfermera que luego se convertiría en su segunda esposa.



Muamar el Gadafi se alejó de las estructuras políticas tradicionales, lo que produjo que las clases aristocráticas de la monarquía lo detestasen. Cuatro meses más tarde de su ascenso al poder, en diciembre de 1969, asiste a la Cumbre de Rabat, en donde se reúne con Nasser, Numeiry y Arafat. Allí, Gadafi propone la formación de un mando militar unificado que sirviera de ayuda a los palestinos en su lucha contra Israel, aunque su propuesta no tuvo éxito. En ese mismo mes de diciembre de 1969, firma junto a Nasser y Numeiry la Carta de Trípoli, en donde se pactan aspectos referidos a la cooperación política y económica.



En 1970 exigió y obtuvo que se retiraran las bases extranjeras y se nacionalizaron algunas empresas petroleras. Se iniciaron los planes agrícolas en la costa del país. Prohibió el consumo de alcohol a cualquier persona dentro de territorio libio y decidió aumentar decididamente la igualdad de la mujer en la sociedad, desafiando al Islam tradicional. El nivel de vida de la población creció rápidamente con los beneficios del petróleo, convirtiendo a Libia en la nación africana con mayor PIB.

De todas maneras, la expropiación de la industria petrolera en manos extranjeras no fue completa, si bien una de las compañías afectadas fue, en diciembre de 1971, la poderosa British Petroleum. Las demás multinacionales, a cambio de conservar su integridad, fueron obligadas a pagar más al Estado por sus derechos de explotación. En septiembre de 1973, finalmente, se anunció la nacionalización del 51% de las propiedades de todas las firmas petroleras. Tras esta última intervención, el Estado libio, a través de la Corporación Nacional del Petróleo (NOC), pasó a controlar el 60% de toda la producción petrolera, porcentaje que subió al 70% en los años siguientes.

Desde 1975 publicó El libro verde en tres volúmenes: La solución del problema de la democracia: el poder del pueblo; La solución del problema económico: el socialismo, y El fundamento social de la Tercera Teoría Universal. Esta obra reflejaba su visión particular de un estado y pretendía desmarcar a la administración libia de cualquier alineamiento internacional.

Gadafi en el Mausoleo del gran camarada Lenin

Gaddafi depositó su confianza en el modelo de economía planificada y persiguió el control de la producción petrolera para distribuir sus rentas, empresa muy necesaria en un país donde la precariedad golpeaba a extensas capas de la población. Gracias a la gestión patrimonial del hidrocarburo y a los subsidios generalizados, la sociedad libia, con suma rapidez, pasó a disfrutar de unos estándares vitales sin parangón en África y también punteros en el contexto árabe, condición en la que los vaivenes económicos por las fluctuaciones en el precio del petróleo, las costosas aventuras exteriores de Gaddafi y las sanciones internacionales tuvieron un impacto limitado.

El 1 de marzo de 1977 proclamaba la Jamahiriya (término árabe que puede traducirse como Estado de las Masas) Árabe Libia Popular y Socialista. El Congreso General Popular asumió el poder legislativo y el Comité General Popular sustituyó al Consejo del Mando Revolucionario en el ejecutivo. 

Durante los años 70 fracasaron varios intentos por crear una unión árabe socialista con Egipto y Siria, en gran parte debido a la muerte temprana del presidente egipcio Nasser, quien fuera la inspiración ideológica más importante para Gaddafi. Finalizando esa época Gaddafi nombró como asesor económico a un hermano del presidente estadounidense Jimmy Carter.

Definido como místico y puritano, sobrio y sensible, austero e indiferente a los lujos materiales, Gaddafi aseguraba sentirse satisfecho con su estilo de vida frugal en compañía de su esposa e hijos, lo que incluía ocasionales escapadas al desierto para retomar el estilo de vida de los beduinos, que hallan su sustento en los dátiles, el pan y la leche de camella, para refugiarse en la contemplación y la oración, y para observar las estrellas, hasta el punto de desarrollar un apasionado interés por la astronomía.



Al comenzar la década de los ochenta, Gaddafi imprimió un notable giro a su política exterior. En su búsqueda de nuevos préstamos para la adquisición de armas, abrió una línea de cooperación con la URSS, que visitó por primera vez a últimos de abril de 1981, devolviendo así la visita realizada por el primer ministro Aléksei Kosygin en 1975. Desde este momento, miles de unidades de lo más granado del arsenal convencional soviético (tanques de la clase T, cazas MiG, bombarderos Tupolevy aviones de ataque Sujoi) arribaron a Libia en aluvión. La asociación con la URSS compensó con creces el alejamiento, bien que nunca completo, de Francia.

La administración Reagan significó una agresión constante y pública en contra de Libia, con el intento de derrocar a Gaddafi. En 1981, Estados Unidos ordenó el cierre del consulado libio en Washington y la retirada de todos sus funcionarios, y envió aviones de vigilancia AWACS a la costa oriental libia. El 3 de agosto de 1981, la revista Newsweek publicó que el director de operaciones de la CIA, Max Hogel, presentó un plan de derrocamiento y asesinato de Gadafi.

El 19 de agosto de 1981, 2 aviones de combate tipo F-14 Tomcat del portaaviones John F. Kennedy invadieron el espacio aéreo libio y bombardearon la residencia del Líder Libio asesinando a su hija, dos aviones Sukhoi Su-22 en territorio marítimo de Libia. El 7 de diciembre del mismo año, el Wall Street Journal publicó que el gobierno de Reagan estudiaba varias medidas para debilitar y derrotar al líder libio, y tres días después el propio Reagan dio orden a todos los ciudadanos norteamericanos de salir de Libia lo antes posible.

El ataque aéreo provocó un amplio rechazo internacional. La Asamblea General de la ONU aprobó una resolución de condena por lo que constituía una violación de la Carta de la ONU y el derecho internacional, mientras que el Movimiento de Países No Alineados, la Liga Árabe y la OUA hicieron suyos los durísimos términos de la reacción oficial Libia.



Durante 1982, EEUU tomó medidas económicas contra Libia, como la prohibición de importación de crudo libio, y restricciones para las exportaciones norteamericanas a Libia. Durante 1983, el gobierno norteamericano prohibió a los estudiantes libios residentes en EEUU estudiar aviación o cualquiera de sus ramas. Reagan también ordenó ese año que sus aliados no negociasen económicamente con Libia.

En las postrimerías de la década, Gaddafi hizo las paces con tres importantes países árabes: el Marruecos de Hasan II, merced a un intercambio de visitas en 1989, en Casablanca el 13 de mayo y en Trípoli el 1 de septiembre -esta última con motivo del vigésimo aniversario de la Revolución, encuentro al que asistieron varios dirigentes de países amigos, incluido Arafat-, permitiendo poner en marcha la Unión del Magreb Árabe (UMA) junto con Argelia, Túnez (con el que también hubo reconciliación, en diciembre de 1987) y Mauritania, cuyos objetivos, tal como los concebía el monarca alauí, eran básicamente comerciales y la Jordania del rey Hussein, con la que restableció las relaciones diplomáticas en junio de 1990 tras seis años de ruptura.



En octubre de 1993 Gaddafi aplastó una potente tentativa de golpe realizada por una alianza de oficiales y notables tribales; los conspiradores pretendían asesinarle a él y a todos sus lugartenientes principales.

El 1 de junio de 1998 unos maquis supuestamente islamistas tendieron en Derna, entre Bengasi y Tobruk, una emboscada a Gaddafi cuando se dirigía por carretera a Egipto para visitar a Mubarak; los pistoleros ametrallaron la comitiva y, según el grupo que reivindicó la acción, abatieron a cuatro guardaespaldas. Otra fuente indicó que Gaddafi salió con bien de la celada gracias a que una valiente joven de sus célebres escoltas de amazonas, reclutada entre muchachas de probadas virtudes revolucionarias defendió con su cuerpo, no dejando que las balas alcanzaran al al líder libio.

El 15 de abril de 1999 una delegación libia acudió como invitada a la III Conferencia Euromediterránea de ministros de Exteriores en Stuttgart, Alemania. El 7 de julio siguiente, el Reino Unido anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas plenas, tras 15 años de ruptura.

En diciembre de 2001 el país solicitó entrar en la Organización Mundial de Comercio (OMC, la cual admitió a examen la demanda en julio de 2004) y meses después el Gobierno lanzó un plan de inversiones de 35.000 millones de dólares accesible a los capitales foráneos hasta un máximo de un 40%, especialmente en el sector petroquímico y en el desarrollo de infraestructuras.





En marzo de 2008 el lider de la revolución verde, en una ocurrencia perfectamente lógica, anunció su intención de disolver el grueso de la estructura administrativa del Gobierno para transferir los ingresos del petróleo directamente al bolsillo de los ciudadanos. El plan, previsto para implementarse con motivo del cuadragésimo aniversario de la Revolución, contemplaba abolir todos los ministerios salvo los de Defensa, Interior, Justicia y Asuntos Exteriores. Los departamentos encargados de desarrollar proyectos estratégicos también serían respetados.

En marzo de 1998 la justicia libia había sido la primera del mundo en emitir una orden internacional de captura contra Osama bin Laden y tres colaboradores, requisitoria que fue tramitada por la Interpol. Trípoli reclamaba al prófugo saudí por su presunta implicación en el asesinato de dos súbditos alemanes cerca de Sirte en marzo de 1994. La iniciativa libia se anticipó ocho meses a la inculpación formal de bin Laden por la justicia federal de Estados Unidos en una serie de actos criminales.

Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington hicieron que Gaddafi reclamara una conferencia internacional para definir el concepto de terrorismo, reconoció el Derecho de Estados Unidos a emprender acciones bélicas de represalia contra los autores de los atentados y recordó al mundo que su Gobierno ya llevaba tres años comprometido en la lucha contra la transnacional jihadista.
 


Libia había "comenzado el proceso de reencuentro con la comunidad de naciones". Desde Trípoli, Gaddafi  dijo: "Libia va a jugar su papel internacional en la construcción de un nuevo mundo libre de armas de destrucción masiva y de toda forma de terrorismo, con el objetivo de preservar la paz y la seguridad", afirmó. Además, invitó al personal de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) a "venir y ver lo que hay, que no queremos esconder nada", y animó a otros países a "seguir nuestros pasos y tomar ejemplo de Libia". Desde Londres, el secretario de Exteriores, Jack Straw, elogió "la enorme altura de Estado" demostrada por el coronel; desde Bruselas, el alto representante de la PESC de la UE, Javier Solana, constató la "prueba de que la diplomacia puede ganar frente a la proliferación" de armas de destrucción masiva. Hasta Israel consideró "muy positiva" la espectacular renuncia libia.

Al mismo tiempo, Gaddafi se dejó cortejar por los gobernantes europeos que, sonrientes y untuosos, empezaron a desfilar por su jaima, plantada para la ocasión en el desierto, buscando acuerdos de inversión, contratos de prospección y licencias de operación en el sector de los hidrocarburos, prometedoramente abierto a Occidente. Con el final de las sanciones, se declaró una verdadera carrera internacional por la conquista de posiciones ventajosas en el atractivo mercado libio.

En la capital comunitaria, el líder libio disfrutó de su nuevo estrellato bañado de respetabilidad, acompañado de sus inseparables guardia pretoriana femenina, jaima de beduino. Explicó que la Jamahiriya había "cumplido con su deber" en el pasado al apoyar, financiar y entrenar a movimientos de liberación de todo el mundo, incluyendo Nicaragua donde ayudó con fondos al derrocamiento de la dictadura Somocista, posteriormente colaboró con la Revolución Sandinista en los 80 y en los 16 años de el Frente en la oposición nunca dejó solo a su amigo el ahora Presidente Comandante Ortega.  


Libia seguía disfrutando de un lugar elevado en las tablas de desarrollo humano. En 2010 apareció en la posición 53 en el índice anual del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dentro de la categoría de "desarrollo alto". Era el mejor índice de África y el quinto mejor del mundo árabe tras los de Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein y Kuwait. Según el Banco Mundial, el PIB por habitante de Libia (un país muy poco poblado para su extensión, unas 6 millones de personas para 1,7 millones de kilómetros cuadrados) era de 16.500 dólares, riqueza promedio que en África sólo superaban el archipiélago turístico de Seychelles y Guinea Ecuatorial  y en la Liga Árabe, Arabia Saudí y los Emiratos.

En el momento de mayor crisis económica mundial de la historia, La OTAN decidió emprender una acción militar jamás vista por la historia de la humanidad, casi todas las mayores potencias militares del mundo encabezadas por Estados Unidos bombardearon por meses a Libia e hicieron público el hecho de querer asesinar a Gaddafi, además de ayudar a tribus rebeldes a armarse contra el líder, en una guerra que mató a cientos de miles de personas por el hecho obvio de robarse el petroleo de esa hermana nación.

El lider de la Revolución verde cumplió su palabra y murió como un gran patriota luchando junto a su pueblo frente a la agresión imperial en su ciudad natal Sirte.



En estos momentos cabe recordar palabras de otro gran líder Africano, Nelson Mandela: , “…Gadafi es el guía de todos nosotros. Ningún dirigente africano tendrá nunca su estatura, su aura y su prestancia. Es un constructor; cuando miro lo que este hombre ha hecho de su país a pesar de las tormentas occidentales disfrazadas de misiles que han matado niños, no ha abandonado, no ha tenido miedo. Este hombre es seguramente un hombre de Dios. Hace faltar tutear a Dios para tener ese dominio. Ha hecho de libia un país prospero, no endeudado y que ha invertido en las economías del África negra…”.



Hasta la Victoria Siempre Coronel.  VIVA LIBIA LIBRE, VIVA GADDAFI.

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