La doble moral de los grandes empresarios

POR: MG-8 Lourdes Colón

En el salvador como en casi todos los países del mundo existe un pequeño grupo de personas que controla a toda la sociedad, estos suelen utilizar las estructuras de gobierno, medios de comunicación, iglesias, aparatos que producen y que son fuentes de pensamiento.

Todos estos son utilizados para difundir una ideología, es decir la ideología de la clase dominante. Por medio de esto mantienen sumiso a todo un pueblo o nación, haciendo creer a la mayoría de las personas que ellos son fuentes de empleo, de desarrollo, progreso,  avance.

 Pero no basta con difundir sus ideas y sus pensamientos, lo fundamental para ellos (los empresarios) es que el pueblo practique y reproduzca su forma de pensar y actuar, es entonces cuando los empresarios por medio de sus medios de comunicación y otras instituciones logran imponer una Hegemonía.

Según la opinión de Gramsci, la hegemonía existe cuando la clase dominante no sólo es capaz de obligar a una clase social subordinada o minoritaria a que satisfaga sus intereses, renunciando a su identidad y a su cultura grupal, sino que también la primera ejerce control total en las formas de relación y producción de la segunda y el resto de la sociedad.

Es decir que en cualquier sociedad de clases hay dominados y dominadores y por ende se puede deducir que hay personas que poseen medios de producción, comunicación, y otros que solamente poseen su fuerza de trabajo por la que reciben un salario a cambio.

¿Pero entonces quienes son la fuente del desarrollo de un país? Históricamente ese papel lo han jugado las grandes masas de trabajadoras y trabajadores, que día a día dejan parte de su vida en las grandes empresas de los ricos a cambio de un salario de miseria que ni siquiera alcanza para vivir una vida digna.

Los millones y millones de dólares que producen anualmente los obreros, generalmente quedan en el 0.2 % de la población salvadoreña que es la gran burguesía, y que generalmente todo este dinero está depositado en los grandes bancos trasnacionales del mundo, es decir que las riquezas las producen los trabajadores y trabajadoras y no los empresarios, porque quienes trabajan son los obreros y sin ellos no habría desarrollo, al contrario de los empresarios que no producen nada, pero se quedan con el mayor porcentaje de la producción sin trabajar ni un día, ni una hora.

Ahora bien actualmente en el salvador la gran burguesía organizada en las diferentes gremiales empresariales, se ha dado cuenta que ya no controlan el gran aparato que era para ellos el órgano ejecutivo y ni siquiera el legislativo, esto es muestra que la derecha salvadoreña y en particular los grandes empresarios del país, están divididos, resultado de esto es que su instrumento político, el partido ARENA se despedazo dividiéndose y saliendo como resultado con esto el partido GANA.

Pero la gran burguesía de El salvador ahora quiere mostrarnos una imagen de “sociedad civil” y así quieren confundir al pueblo haciéndole creer que solo son un sector de la sociedad que se preocupa por “la seguridad y el desarrollo del país”, se olvidan que ellos son los responsables de todos las crisis que afectan hoy al país, empezando por la inseguridad, el desempleo, la pobreza.

Hoy vienen como lobos disfrazados de ovejas, haciendo el papel de inocentes, negándose a pagar un impuesto para la seguridad que ellos mismos han generado a lo largo de todos estos años atrás, gobernados con puras políticas neoliberales de exclusión.

 Exigimos el pago del impuesto de los grandes empresarios para la seguridad, que se combata en todos los niveles la elución y evasión de impuestos.  Hoy los que se hacen llamar “el sector productivo del país”, usurpándole esa calidad a la clase trabajadora.

 Hoy se aglutinan en las diferentes gremiales como ANEP   y la cámara de comercio e industria de El salvador (CCIES), hacen política y desde ahí atacan y critican las nuevas políticas del nuevo gobierno, con el único objetivo de degastar y desacreditar todo los esfuerzos que se están haciendo a favor de la clase trabajadora.

 Los empresarios nunca se han preocupado tanto por los trabajadores como hoy “se preocupan”  el único interés de ellos es confundir al pueblo, y hacer ver que ellos son los generadores de empleos y de riquezas, pero se niegan a aportar un impuesto para la seguridad.

 El pueblo exige que no se siga tocando a los grandes burgueses con algodoncitos y  con guantecitos, sino más bien que se toquen con manos de hierro, y se les exija el pago de lo que por años se han robado. En los últimos 20 años nos impusieron el IVA y el dólar sin consultarle al pueblo, así justamente exigimos  que se trate a los grandes millonarios del país sin consultarles nada, simplemente aplicar lo que es justo para el pueblo. La derecha está dividida, esta sin proyectos, es impotente y es ineficaz!